Cómo ahorrar agua a la hora de regar tu jardín

En este nuevo post vamos a hablar sobre la posibilidad de ahorrar en el consumo del agua a la hora de mantener tu jardín y las zonas verdes de tu hogar.

Si todavía no has construido el jardín, lo primero que tienes que tener en cuenta son dos cosas:     

  1. El clima de la zona.

  2. Las características ambientales que tiene el terreno como por ejemplo:

  • Las zonas más húmedas o más secas.

  • Las zonas más soleadas o de más sombra.

  • Las zonas con más exposición al viento y con menos exposición.

    

Una vez determinadas éstas características podremos hacer el jardín basándonos en estos datos.

¿Que ya tienes el jardín hecho? ¡No hay problema!

Se puede adaptar con barreras vegetales que hagan de cortavientos, poniendo árboles que den sombra en lugares determinados...

      

En el caso de tener un jardín con pendiente, con el fin de ahorrar agua a la hora de regar, lo que podemos hacer es tratar de hacer alguna rectificación que pueda prevenir la erosión y la pérdida de agua que se genere por escorrentía.

Una posible opción sería hacer abancalamientos en aquellas zonas que tengan una mayor pendiente.

Otro elemento esencial a tener en cuenta es el suelo ya que su estado condicionará las plantas que vayamos a plantar, lo que también influirá en el consumo de agua.

Por ejemplo, dependiendo del tipo de suelo que tengamos, la velocidad a la que se infiltra el agua en el suelo será mayor o menos y la capacidad del suelo también hará que se retenga el agua en mayor o menor medida y con ellos ahorrar más o menos cantidad de agua.

       

3 correcciones básicas que debemos realizar si nuestro suelo no es de calidad:

  1. A veces nos encontramos con que el terreno lo han rellenado con escombros procedentes de alguna construcción cercana. En éste caso, tendríamos que añadir una capa de suelo intentando retirar los materiales depositados previamente.

  2. En el caso de que el suelo sea pobre en tema de materia orgánica deberíamos plantar flores o arbustos con el fin de mejorar la capacidad del suelopara que éste absorba y almacene en mejor medida el agua para las plantas.

  3. Si tenemos un suelo muy arcilloso, deberíamos instalar un drenaje e ir introduciendo materia orgánica frecuentemente.

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