El sistema de tratamiento de aguas residuales forma parte de un proceso de depuración de las aguas negras que cumple como principal objetivo evitar enfermedades en la población y mitigar la contaminación ambiental.
Este proceso se lleva a cabo en la estación depuradora donde el agua es saneada y en su etapa final, reutilizada.
Destacamos que las aguas residuales llegan desde los hogares, negocios e industrias dirigidas por medio de tuberías hacia las estaciones depuradoras.
¿Cuál es el funcionamiento de una depuradora de aguas residuales?
En la etapa final del ciclo del agua, las aguas residuales son recogidas y conducidas a través de la red de alcantarillado camino a las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) donde se procesan y una vez limpias, se devuelven al medio ambiente.
Una vez llega a la EDAR pasa por los siguientes tratamientos:
- Primario: el objetivo de este tratamiento del agua es eliminar las partículas de tamaño mayor, gravas, arenas y otros posibles sedimentos. Al eliminar la fracción gruesa se gesta un fluido más homogéneo que puede ser tratado biológicamente.
- Secundario: para las partículas de menor tamaño que no se pueden captar a través de rejillas o por decantado. Su fin es degradar el contenido biológico que contiene el agua residual donde la mayor parte de las plantas usan procesos biológicos aeróbicos.
- Terciario: el fluido gana la calidad requerida para su posterior descargado al medio natural.
5 ventajas de tener un sistema de tratamiento de aguas residuales
- Agua reutilizable
- Menos enfermedades
- Menos olores
- No necesita transporte
- Amigable con el medio ambiente
Mediante el sistema de tratamiento de aguas residuales, el agua queda lista para ser reutilizada, contribuyendo a alejar las bacterias y enfermedades de los núcleos urbanos. De esta manera no solo mantenemos la calidad medioambiental, sino que creamos un entorno higiénico.
Ante alguna inquietud, contáctanos para más información.
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